Taller: Escuchando y leyendo realidades sociales
Existe una obra literaria del escritor húngaro Sándor Márai titulada El último encuentro, en donde el eje transversal será, a groso modo, un encuentro, tanto físico como espiritual, entre el recuerdo y la verdad. Físico porque son dos personajes quienes intercambian palabras, y espiritual porque cada uno de estos personajes es capaz de encontrarse a si mismo y de encontrar, a la vez, una verdad o, mejor dicho, la verdad.
Me atrevo ahora a usar un título similar para este breve relato, El primer encuentro, y a dar un gran salto de una obra literaria a un aula escolar, porque pretendo compartirles un poco sobre lo que fue mi experiencia en la Institución Educativa San Félix, en el municipio de Bello. Y fue, precisamente, este primer encuentro que tuve con un grupo de estudiantes de una escuela real, lo que me permitió reencontrarme con la búsqueda, si bien no de una única verdad, sí con una posible verdad de lo que seré como maestra de Lengua y Literatura, pues durante el encuentro con los estudiantes del grado décimo quise reunir tanto mis intereses como los de ellos, con la música como elemento de partida:
Toda la sesión giró alrededor del tema del desplazamiento forzado en el país, con la intención de que por medio de la música, la literatura y el arte en general, podemos acercarnos a ésta y otras temáticas propias y cercanas a nuestra realidad, a nuestro entorno, a nuestra ciudad y a nuestro campo.
Fue de esta manera como les presenté a los estudiantes a la profesora de la Universidad de Antioquia, Patricia Nieto Nieto quien ha dedicado gran parte de su profesión a reconstruir las historias de las víctimas del conflicto armado de nuestro país; con su texto Declaración de amor, prólogo del libro Llanto en el paraíso, que nos cuenta de una manera metafórica y sutil ese tránsito, ese trasegar del campesino a la ciudad y cómo ésta (con su gente, sus calles, sus edificios, etc.) le da la bienvenida:
“Con la ciudad al frente, te digo que eres mi vecino. Tienes derecho a este paisaje con todo lo que contiene: los árboles, las flores, los pájaros, el alimento, los libros, la brisa, los cantos, las aguas, las palabras, las calles, las sonrisas, los bailes, el trabajo; y también el esfuerzo, las dudas, los dolores, los conflictos y los malos tiempos que son parte de nuestro ser.” (Patricia Nieto)
Para cerrar, entonces, contamos con un momento de reflexión, de argumentación, por parte de los estudiantes, sobre esta temática social, a partir de un trabajo creativo en donde mezclaron elementos de los textos anteriores, imágenes sobre ciudad y campo, y sus propias palabras, sus propias visiones:
Fue esta parte del taller la que más me hizo sentir como maestra, pues no se trataba de darle a los estudiantes datos e información sobre el desplazamiento forzado, se trataba de evocarles elementos del lenguaje para que con ellos construyeran su posición, su postura y su crítica frente al tema abordado; se trataba de escucharlos para que se escucharan, se trataba de darles la voz frente a algo que, así como puede ser lejano puede estar muy cerca de ellos, más de lo que nos lo imaginamos, pero que, tal vez, no pueden expresarlo.
Al igual que en la obra comentada al comienzo, también tuve, aquel doce de agosto, un encuentro con la palabra, con el otro, con los otros y, lo repito, un encuentro conmigo, con mis miedos, mis pasiones y con la seguridad y la acogida que me transmitieron los jóvenes de ese cálido grupo de 26 estudiantes.
Los estudiantes de 10º mientras escuchaban la canción |
Publicado por: Laura Giraldo García