domingo, 9 de noviembre de 2014

Una educación con sentido humano, campo y tecnología




Por: Elizabeth Ortiz Salinas
Grado 10°
Centro Aprende Astilleros



Vivo en una vereda llamada el Astillero, que está ubicada en el corregimiento de San Antonio de Prado, del municipio de Medellín (Antioquia).  Es una vereda hermosa con sus aires y personas, que llenan cada amanecer de nuevas alegrías.
En la vereda tenemos una escuelita muy bien cuidada y bonita, que permite que los niños, niñas y jóvenes, se eduquen y alimenten sus mentes tranquilas y despreocupadas con un aprendizaje rural.
Es allí donde emprendo mi viaje educativo, un viaje lleno de experiencias, lo dejo a la simplicidad porque han sido buenas y malas. 

Elizabeth en medio de las instalaciones del Centro


Cursé mi primaria en la escuelita y empecé mi bachillerato en la misma escuelita, pero con otro modelo educativo: la virtualidad; más exactamente en el Cibercolegio UCN (Universidad Católica del Norte), un aprendizaje virtual que llegó a nuestra vereda y a transformar nuestras vidas, gracias a un proyecto que realizó el señor Elmer Antonio Bedoya, llamado “Un día en la vida” donde se dieron a conocer las historias de la vida cotidiana de los estudiantes de la primaria, es decir, las actividades que realizaban antes, durante y después de asistir al aula de clase. Es con estas hermosas historias que se vio la necesidad de pensar en donde estudiaríamos nuestro bachillerato y la accesibilidad que podríamos tener, tomando como caso principal que los colegios para el bachillerato estaban en el pueblo y no podíamos viajar todos los días, ya que es un viaje larguito aún  yendo en automóvil.
Inició nuestra educación virtual con muchas ganas de aprender pero con pocos recursos, pocos equipos de cómputo, mala accesibilidad a internet y un salón estrecho y sin instalaciones adecuadas.  Aunque como todo en la vida tiene su pero y su afán, (ante Dios y la mente humana nada es imposible)  y con el pasar del tiempo fuimos mejorando notablemente, todos esos aspectos negativos desaparecieron  y en  estos 5 años que lleva el Cibercolegio brindándonos una de las formas más sanas y buenas de llenar de aprendizaje nuestras mentes, que ahora no son tan despreocupadas, porque tienen una de las mayores y más fuertes preocupaciones del ser humano: pensar, saber y entender cuál será su proyecto de vida.
La educación virtual es una maravilla, tenemos una persona monitoreando nuestro proceso educativo y, claro, pues, tenemos también nuestros facilitadores por el medio virtual y todo un equipo de maestros y personas que hacen posible este modelo educativo, tenemos también algunas visitas presenciales para mejorar nuestros vínculos y las relaciones entre profes, administradores, psicólogos, directores, estudiantes, etc.  
No adquirimos solo conocimientos, sino también satisfacciones y vivencia fantásticas, al saber que la tecnología y el campo están unidos, presentando ante nosotros, una buena educación, buenas oportunidades, buenas relaciones, valores y además preparándonos para la vida, y poder ser grandes personas y crear grandes proyectos.
 

Estudiantes Centro Aprende Astilleros. Cibercolegio UCN