Por:
Elizabeth Ortiz Salinas
Grado
10°
Centro
Aprende Astilleros
Vivo en una
vereda llamada el Astillero, que está ubicada en el corregimiento de San
Antonio de Prado, del municipio de Medellín (Antioquia). Es una vereda hermosa con sus aires y
personas, que llenan cada amanecer de nuevas alegrías.
En la vereda tenemos una escuelita
muy bien cuidada y bonita, que permite que los niños, niñas y jóvenes, se
eduquen y alimenten sus mentes tranquilas y despreocupadas con un aprendizaje
rural.
Es allí donde emprendo mi viaje
educativo, un viaje lleno de experiencias, lo dejo a la simplicidad porque han
sido buenas y malas.
Elizabeth en medio de las instalaciones del Centro
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Cursé mi primaria en la escuelita y
empecé mi bachillerato en la misma escuelita, pero con otro modelo educativo:
la virtualidad; más exactamente en el Cibercolegio UCN (Universidad Católica
del Norte), un aprendizaje virtual que llegó a nuestra vereda y a transformar
nuestras vidas, gracias a un proyecto que realizó el señor Elmer Antonio Bedoya,
llamado “Un día en la vida” donde se dieron a conocer las historias de la vida
cotidiana de los estudiantes de la primaria, es decir, las actividades que
realizaban antes, durante y después de asistir al aula de clase. Es con estas
hermosas historias que se vio la necesidad de pensar en donde estudiaríamos
nuestro bachillerato y la accesibilidad que podríamos tener, tomando como caso
principal que los colegios para el bachillerato estaban en el pueblo y no podíamos
viajar todos los días, ya que es un viaje larguito aún yendo en automóvil.
Inició nuestra educación virtual
con muchas ganas de aprender pero con pocos recursos, pocos equipos de cómputo,
mala accesibilidad a internet y un salón estrecho y sin instalaciones adecuadas. Aunque como todo en la vida tiene su pero y su afán, (ante Dios y la mente
humana nada es imposible) y con el pasar
del tiempo fuimos mejorando notablemente, todos esos aspectos negativos desaparecieron y en estos 5 años que lleva el Cibercolegio
brindándonos una de las formas más sanas y buenas de llenar de aprendizaje
nuestras mentes, que ahora no son tan despreocupadas, porque tienen una de las
mayores y más fuertes preocupaciones del ser humano: pensar, saber y entender
cuál será su proyecto de vida.
La educación virtual es una
maravilla, tenemos una persona monitoreando nuestro proceso educativo y, claro,
pues, tenemos también nuestros facilitadores por el medio virtual y todo un
equipo de maestros y personas que hacen posible este modelo educativo, tenemos
también algunas visitas presenciales para mejorar nuestros vínculos y las
relaciones entre profes, administradores, psicólogos, directores, estudiantes, etc.
No adquirimos solo conocimientos,
sino también satisfacciones y vivencia fantásticas, al saber que la tecnología
y el campo están unidos, presentando ante nosotros, una buena educación, buenas
oportunidades, buenas relaciones, valores y además preparándonos para la vida,
y poder ser grandes personas y crear grandes proyectos.
Estudiantes Centro Aprende
Astilleros. Cibercolegio UCN
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